Hotel Torviscas

Uno de los mayores retos del proyecto fue la creación de un eje vertical que conectara las plantas -2, -1 y la planta baja, una conexión inexistente en la estructura original. La solución fue la incorporación de una imponente escalera de caracol, revestida en madera, que no solo facilita el tránsito entre niveles, sino que se erige como un elemento escultórico central dentro del diseño.

La reforma integral del Hotel Torviscas toma su inspiración de los paisajes y colores que definen las Islas Canarias. El objetivo era lograr un diseño interior que resistiera el paso del tiempo y que resultara acogedor para cualquier visitante. Para ello, se utilizaron materiales cálidos como la madera y tonalidades tierra, en combinación con colores refrescantes que evocan la cercanía del mar.

Desde el momento de la entrada, los visitantes son transportados a la costa canaria: la madera simboliza la arena, las baldosas de gres blancas representan el mar en el lobby bar, y el mobiliario complementa esta evocación marina. La mesa principal en la zona tecnológica toma su forma inspirada en la topografía volcánica de la región, con curvas que recuerdan la irregularidad de los cráteres.

En el área del mercado, la decoración sigue la misma línea, añadiendo un toque nostálgico con revestimientos que rememoran los mercados gastronómicos de antaño. Este enfoque crea un ambiente que combina lo moderno con lo histórico, ofreciendo una experiencia rica y variada.

Un elemento distintivo que se repite a lo largo de todo el hotel es la celosía. Este patrón se encuentra en las fachadas, la recepción, el lobby bar y se extiende hasta las áreas exteriores, creando una cohesión visual que unifica el diseño del hotel. La celosía, junto con las referencias al mar y la arena, forman el trío conceptual que define la identidad del Hotel Torviscas.