SON QUINT
Un oasis residencial en Palma de Mallorca
Arquitectura mediterránea, donde la tradición se encuentra con la modernidad
Son Quint, proyecto de GRAS Reynés Arquitectos y La Llave de Oro, está situado en Palma de Mallorca, muy cerca de Son Vida, en un contexto suburbano rodeado de dos de los mejores campos de golf de la isla. Un desarrollo residencial de 16 mil metros cuadrados que acoge 120 viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios, rodeadas de jardines, árboles y zonas comunes con diferentes piscinas para grandes y pequeños.
Tipología
Residencial
Emplazamiento
Palma de Mallorca, ES
Tamaño
16.000 m²
Viviendas
117
Cliente
La Llave de Oro
Año
2021
Presupuesto
15.000.000,00 €
Arquitectura
GRAS Reynés Arquitectos
Equipo
Guillermo Reynés, Álvaro Pérez, Mayca Sánchez, Kristina Kirilova
Ingeniería
Enginyeria i Projectes Media-Tec SL
Estructura
Nolac Enginyers S.A
Ingeniero Técnico
Enric Fuster
Construcción
Siles Contrucciones
Paisajísmo
Salva Cañís
Fotografías
Luis Diaz Diaz
Sostenibilidad integrada: innovación ambiental en viviendas mallorquinas
El proyecto se plantea cómo una gran “comunidad mediterránea” donde los espacios exteriores son tan importantes como los interiores. Así mismo el proyecto fomenta el uso de materiales locales, creando de esta forma una identidad poderosa y atractiva.
Todas las viviendas disponen de grandes espacios exteriores, ya sean terrazas cubiertas, jardines en planta baja o terrazas en las cubiertas de los áticos.
Viviendas espaciosas y verdes: experiencia única
Las viviendas se han diseñado siguiendo estrictos principios de sostenibilidad: sistemas pasivos de aislamientos y aire acondicionado con recuperación de calor, sin renunciar a estrategias climáticas tradicionales cómo la ventilación cruzada y el control solar mediante persianas, porches y pérgolas, presente en la totalidad de las viviendas.
El proyecto se ha desarrollado poniendo en valor materiales tradicionales, pero con una estética vanguardista y moderna. La piedra seca, tradicional en la arquitectura mallorquina, se ha usado en los exteriores para realizar los diferentes bancales de la topografía del jardín y los cerramientos de la parcela, mientras que la piedra de Santanyí, también propia de la isla, ha servido para revestir las fachadas de los edificios consiguiendo así resistencia y durabilidad en un proyecto medioambientalmente sostenible. La piedra de Santanyí se presenta en 2 texturas para sí dar movimiento y plasticidad a la fachada.