BITE

Un proyecto arquitectónico con mordidas estratégicas

Viviendas que se adaptan al entorno, creando espacios de conexión con el paisaje

Bite es un proyecto plurifamiliar de cinco apartamentos ubicado en Cas Català, Mallorca. El diseño se adapta al paisaje, con un volumen compacto y «mordidas» arquitectónicas que crean espacios exteriores estratégicos. A través de grandes ventanales, pérgolas y terrazas, el edificio conecta el interior con las vistas a la bahía mallorquina. La distribución en niveles, inspirada en las tradicionales marges mallorquinas, logra una fusión entre tradición y diseño actual. Además, cuenta con jardines autóctonos, piscinas privadas y una piscina comunitaria infinity, integrando el proyecto de forma armónica con el entorno natural.

Tipología

Residencial

Emplazamiento

Cas Català, Mallorca, ES

Tamaño

900 m²

Viviendas

5

Cliente

Domus Vivendi Group

Año

2025

Presupuesto

1.500.000,00 €

Arquitectura

GRAS Reynés Arquitectos

Equipo

Guillermo Reynés, Elena Gil del Val, Marianna Dionysopoulou, Ainhoa Tapia, Filip Szafalowicz

Ingeniería

Ingenio Ingeniería

Estructura

Miquel Dols

Ingeniero Técnico

Jaume Rosselló Alomar

Construcción

Construye Capital

Fotografías

Tomeu Canyellas Moragues

Un diseño que optimiza la superficie habitable mediante cambios de volumen

El concepto arquitectónico del Edificio Bite se basa en un volumen compacto que sufre desplazamientos estratégicos en horizontal y vertical.

Estas intervenciones generan terrazas, zonas de ocio y espacios exteriores que enriquecen la experiencia residencial sin alterar la armonía del conjunto.

La integración del paisaje como eje del proyecto

Siguiendo la filosofía de GRAS Reynés Arquitectos, el diseño maximiza la superficie construida permitida sin perder de vista la relación con el entorno. Grandes ventanales y pérgolas de madera enmarcan las vistas al mar, creando una continuidad visual con la costa mallorquina.

Una composición en niveles inspirada en la tradición mallorquina

El desarrollo del proyecto en planta baja se adapta a la pendiente natural del terreno mediante distintos niveles, evocando las marges mallorquinas. Este sistema permite articular terrazas privadas, jardines autóctonos y zonas comunes, logrando una integración fluida con el paisaje.

Espacios de ocio y conexión con el mar

Los espacios exteriores incluyen jardines con vegetación autóctona que aportan frescura y privacidad, además de una piscina comunitaria infinity en una cota inferior, más cercana al mar. Este diseño potencia las vistas panorámicas y refuerza el concepto de exclusividad del conjunto.