Son Bunyola
Preservando el valor histórico para las generaciones futuras
Una finca histórica mallorquina del siglo XIII se convierte en un refugio rural sostenible y de diseño arquitectónico histórico
Son Bunyola, la histórica finca en Bañalbufar, Mallorca, emerge como un hotel rural de 26 habitaciones bajo la administración de Virgin Limited Edition, restaurada y diseñada por GRAS Reynés Arquitectos conjuntamente con Rialto Living en el diseño de interiores.
Esta propiedad de 500 hectáreas, abrazada por la “Serra de Tramuntana”, una joya catalogada por la UNESCO, ha sido restaurada manteniendo su legado del siglo XIII. El proyecto, busca restaurar la grandeza de la finca y su entorno para convertirlo en un refugio histórico y ecológico.
Tipología
Hotel
Ubicación
Banyalbufar, Mallorca, ES
Tamaño
3.552 m²
Habitaciones
26
Cliente
Virgin Limited Edition
Año
2023
Presupuesto
19.000.000,00 €
Arquitectura
GRAS Reynés Arquitectos
Equipo
Guillermo Reynés, Álvaro Pérez, Marco García, Alejandro Domingo, Camille Isaac-Dognin, Iria Gámez, Ricardo García, Theodora Patsourakou, Laura Purlyte, Pauline De Vathaire, Dorottya Csathy, Karolina Krucelyte, Filip Szafalowicz
Project Management
Currie & Brown
Ingeniería
EA Engineers Assesors
Estructura
BIS Structures
Paisajísmo
My Landscaping Group, Jardins de Tramuntana
Interiorismo
GRAS Reynés Arquitectos + Rialto Living
Historia
Tomás Vivo
Arqueología
Elvira González Gozalo
Restauración
Xicaranda
Construcción
Ferratur
Fotografía
Virgin LE, Tomeu Canyellas, José Hevia
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Leer ARTÍCULOHistoria de Son Bunyola: transformación a lo largo de los siglos
Las casas de Son Bunyola, tal como las conocemos hoy en día, son el producto de muchas modificaciones y reestructuraciones a lo largo de la historia. Antes de la conquista aragonesa, existía una alquería, la Alquería de la Torre, situada en los alrededores de la actual posesión de Son Bunyola.
Originalmente la finca perteneció a la familia Zafortesa. En 1710, cuando la finca pertenecía a Isabel Zafortesa i Berga, la posesión contaba con casas, huertos, viñedos, olivares y matorral. Por entonces, la propietaria también era dueña de Son Valentí y Son Balaguer, fincas vecinas de Son Bunyola.
A finales del siglo XIX el Archiduque Luis Salvador menciona Son Bunyola, describiéndola brevemente: “Consta de una torre cuadrada cubierta por un tejado. Delante de la casa había un bancal con dos almacenes, de donde se podía obtener una vista de gran valor”. Su impresión fue de una posesión aparentemente preparada para la defensa, al disponer, no solo de una torre, sino de un matacán volado sobre la arcada del portal. “A través de un pequeño puente, hoy en día en ruinas, se pasaba desde el ala anterior del edificio hacia la torre vecina…”
En 1931, la posesión fue adquirida por Josep Puig i Canals, empresario de Sóller dedicado a la industria galletera en Venezuela. Fue durante esta década que se realizaron las últimas reformas sobre las casas, entre las cuales destaca la extensión del edificio principal, la renovación de las paredes exteriores e interiores, la edificación de la torre moderna, la construcción de la cisterna y del patio interior, así como la construcción del bloque noroeste para albergar la almazara y otros edificios agropecuarios.
Restauración histórica y proyecto de preservación
El presente proyecto de reforma toma como punto de partida la última reforma de 1931 y busca devolver el esplendor a las casas y aledaños, transformando la antigua explotación agrícola en un hotel rural para la cadena Virgin Limited Edition, manteniendo todo el valor histórico de las casas y recuperando las actividades agrícolas y ganaderas de la finca siempre con el foco puesto en la sostenibilidad.
Es por ello que, el primer paso es la investigación pormenorizada de las diferentes intervenciones realizadas en el edificio a lo largo del tiempo para así recuperar y poner en valor los principales elementos históricos y espacios arquitectónicos.
Composición y características de Son Bunyola
Son Bunyola se compone de un edificio principal, una tafona y diversas edificaciones anexas. El edificio principal consiste en un cuerpo cuadrado con un patio central con arcadas laterales y 2 torres. Una de las torres es la anteriormente citada torre de defensa medieval y la otra es fruto de la reforma de 1931.
El edificio principal alberga el grueso del programa del hotel. En planta baja los espacios públicos, recepción, restaurante, cocina y zonas nobles, mientras que las plantas primera y segunda albergan el grueso de las habitaciones. El sótano alberga una pequeña zona de spa y las áreas de servicio. El edificio principal es un gran mirador hacia el Mar Mediterráneo y la costa de Tramuntana, siendo visible la famosa Sa Foradada desde la terraza frontal y los jardines.
Anexo al edificio principal se encuentra un edificio que alberga la tafona y otras dependencias agrícolas. La tafona se restaura, recuperando los elementos históricos propios del antiguo uso los cuales se muestran al público, mientras que el resto de la edificación se habilita para habitaciones del hotel.
Entre ambos cuerpos edificatorios, aprovechando la existencia de un bancal histórico de grandes dimensiones, se sitúa la piscina, la cual goza de inmejorables vistas al paisaje circundante, incluida la antes mencionada Sa Foradada.
Sostenibilidad y protección del medio ambiente
El proyecto representa una rigurosa reconstrucción histórica de las edificaciones existentes usando materiales nobles, tradicionales, locales y de proximidad. Se restauran los elementos históricos existentes tales como carpinterías de madera, arcos de piedra, molduras de madera, molduras de yeso, artesonados de madera, revestimientos de mortero y cal, suelos hidráulicos, cerrajería de forja e incluso algunas piezas únicas cómo el tabernáculo de la capilla o la escalera novecentista. Todo ello combinado con la introducción de nuevos materiales actuales y apropiados para el uso hotelero.
Se cuida el ciclo del agua con pozos propios, un gran aljibe y restauración de aljibes existentes para recolectar agua de lluvia. También se ha instalado un sistema de depuración de aguas para reutilización en jardines, eliminando la necesidad de alcantarillado.
Pese a tratarse de una reforma histórica en un bien catalogado, dónde hay que ceñirse a lo existente, se han implantado todas las estrategias sostenibles y sistemas de eficiencia energética posibles. Desde asilamientos térmicos de altas prestaciones en los paramentos donde ha sido posible, hasta equipos de AC de altas prestaciones con recuperación de calor. La producción de energía de todo el conjunto se realiza con una caldera de biomasa que se alimenta de los restos de poda y masa forestal existente en la propia finca.
Especial atención se ha prestado al ciclo del agua, un bien escaso en la isla de Mallorca. El agua de consumo del hotel proviene de pozos propios y de un gran aljibe existente en la falda de la montaña. Para conseguir más volumen de almacenamiento se restauran todas las cisternas de agua existentes en la finca y se recoge, y almacena en dichas cisternas, toda el agua de lluvia que cae tanto en las cubiertas como en las terrazas, recuperando de esta forma la estrategia hidráulica original de la finca, dónde se recogía toda el agua de lluvia posible.
Además de todo lo anterior, el hotel cuenta con un sistema propio de depuración de aguas, de manera que el 100% de las aguas residuales se depurarán y reutilizarán en el riego de los jardines, consiguiendo de esta forma un vertido 0 de aguas residuales.