SA&C, despacho de abogados madrileño, decidió trasladar su sede a una ubicación céntrica de la ciudad. El programa exigido por el cliente requería mucha compartimentación, con muchas salas de reuniones y puestos de trabajo. El espacio original tenía una geometría muy complicada: fracturada y casi sin luz natural.
GRAS propuso un enfoque diferente a una división típica de un espacio de oficinas, lo que habría llevado a corredores y pequeños espacios oscuros. Con sólo dos elementos, una pared de cristal curvada y una gruesa biblioteca de madera, todo el espacio queda definido. La biblioteca, extensión del muro estructural existente, divide las principales áreas de la oficina: el área ejecutiva y la parte administrativa; la "serpiente" de vidrio fluye a lo largo de ambas áreas creando las diferentes zonas demandadas por el programa.
Con este sencillo ejercicio, la pared principal como separación natural, pero mejorándola con la biblioteca-almacenamiento, y el cristal curvado que corre a lo largo de toda la oficina, todo el programa se resuelve manteniendo un continuo espacio abierto que amplía visualmente la oficina, que tiene un tamaño muy limitado. Las reglas básicas y los objetivos del proyecto se alcanzan con esta estrategia: mantener un espacio abierto y continuo, no desperdiciar espacio y llevar la luz natural de la fachada y el patio a todas las zonas.
La materialización del proyecto es muy simple, siguiendo los dos elementos principales del diseño:
El vidrio ofrece transparencias, reflejos y, por lo tanto, amplía el espacio.
La biblioteca de roble oscuro, como contrapunto, da "peso" y tranquilidad a las áreas ejecutivas donde se ubican el CEO y la sala principal de reuniones.
El resultado final es un espacio continuo, pero matizado con las diferentes zonas creadas con el vidrio curvado, sin pasillos y con la luz natural que llega hasta el último rincón.
La sede de SA&C Madrid es un proyecto GRAS arquitectos liderado por Guillermo Reynés con Iria Gámez.