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Kimpton Mallorca

Kimpton Mallorca

  • UBICACIÓN: Santa Ponça, Mallorca, España
  • CLIENTE: Calviá Country Club, Blasson Property Investments and IHG Hotels
  • TAMAÑO: 12.500 m2
  • HABITACIONES: 79
  • EQUIPO: Guillermo Reynés, Álvaro Pérez, Mayca Sánchez, Iñigo Astray, Xenia Dimoka, Zuzanna Cieslewicz, Filip Szafalowicz, Camille Isaac-Dognin, Kristina Kirilova, Marta Wieczorkiewicz, Ricardo García
  • DISEÑO INTERIOR: GRAS Reynés Arquitectos en asociación con IHG Interior Design Team
  • ART: Aba Art Lab
  • ILUMINACIÓN: Lluminic
  • FABRICANTES: Huguet Mallorca, Atelier Vierkant entre otros
  • SPA: Klafs, Prim Spa 
  • INGENIERÍA: Ingenio Ingeniería
  • PAISAJÍSMO: MARE Paisajistas
  • JARDINES: Cultivos Pima
  • CONSTRUCCIÓN: Llull Sastre
  • FOTOS: Tomeu Canyellas

 

 

Santa Ponsa Country club es, como el propio nombre indica, un club social y deportivo situado en Santa Ponsa, Mallorca. Se trata de un referente en la zona, un punto de encuentro de la sociedad local que cerró sus puertas en 2014 para emprender un ambicioso proyecto de reforma.

El proceso se inició con la construcción de un nuevo complejo de Tennis, actual sede del torneo ATP Mallorca Championship en 2015. Un nuevo edificio deportivo con 16 pistas de tenis de hierba natural, tierra batida y asfalto. La construcción de esta primera infraestructura permitió el desarrollo de la siguiente fase del proyecto: HOTEL KIMPTON.

HOTEL KIMPTON es la culminación de este proceso de renovación y reforma iniciado por el Santa Ponsa Country club en 2014.

La visión del proyecto contempla la renovación total del complejo existente deportivo-social y su ampliación con un hotel, creando de esta forma un gran complejo de ocio deportivo, único en su concepción en Mallorca ya que combina: un hotel de nueva construcción de 78 habitaciones, un club social con 3 restaurantes, salas de congresos, espacio multifuncional para eventos, gimnasio, Spa y piscina interior, centro de belleza,  un gran jardín con 2 piscinas exteriores  y un complejo deportivo de tenis de primer nivel.

La parcela del country club se caracteriza por su gran jardín alrededor del cual se disponen las edificaciones: El cuerpo edificatorio original donde se sitúan las zonas comunes del hotel y programas públicos, así como los espacios del club de socios, y los nuevos cuerpos de habitaciones, que se implantan sobre las antiguas pistas de tenis (las nuevas pistas de tenis se sitúan en el nuevo complejo al otro lado de la calle). Ambos edificios cierran y esconden un gran jardín interior de uso exclusivo de los clientes.

Los nuevos edificios se conciben alrededor de un patio central, reinterpretando las típicas casas mallorquinas con clastra. Espacios exteriores privados, ocultos, elementos de sorpresa, que amplían los espacios creando zonas exteriores a la vez que ayudan a la ventilación e iluminación de los espacios. Estos nuevos volúmenes se materializan buscando un contraste evidente con las edificaciones existentes. Este contraste resalta la actuación nueva a la vez que acentúa la memoria sobre la edificación antigua.  Los 2 edificios nuevos están conectados con la edificación existente con un túnel bajo rasante y por superficie mediante una pasarela. La materialidad de los nuevos edificios se extiende sobre los nuevos volúmenes que hay que crear en la edificación antigua para colocar la recepción. De esta forma la nueva estética “coloniza” puntualmente la edificación existente.

Las habitaciones, 78, se disponen alrededor del patio teniendo de esta forma el pasillo ventilación e iluminación natural, algo muy poco habitual en hoteles.  El concepto de habitación es único ya que todas las habitaciones disponen de una terraza lateral, no frontal como es habitual, creándose de esta forma un espacio exterior recogido por el que se ventila e ilumina el baño. Los baños son todos exteriores, pudiéndose acceder a la terraza a través de la ducha: la ducha interior se convierte en una ducha de verano exterior.  El espacio exterior es tan importante como el interior ya que el clima mediterráneo permite un uso intensivo de las terrazas durante 6 meses.

La conexión de las nuevas edificaciones con las existentes crea una plaza donde se sitúa el acceso al hotel y la recepción. Una gran pérgola vegetal marca la entrada y crea un espacio cubierto de “drop off” por el que se accede al hotel.

El edificio existente donde se sitúa la recepción se rediseña completamente buscando una nueva configuración de espacios abiertos conectados entre sí que vaya resolviendo las distintas partes del programa. El programa y los flujos son complejos ya que se combinan 2 usuarios: el cliente del hotel y el miembro del club de socios.

De esta forma a continuación de la recepción, se suceden los espacios públicos de bares y restaurantes a medida que se avanza hacia la zona del club, el cual mantiene el acceso original.  A partir de dicha recepción del club, se disponen los programas de salas de congreso, la zona de Spa y la piscina interior. Para evitar que un cliente del hotel tenga que cruzar todos los restaurantes para acceder a la zona de aguas, desde la recepción del hotel se realiza una conexión directa con la primera planta donde se sitúa el gimnasio y el centro de belleza y desde estos espacios se accede directamente al Spa en la planta inferior. Un programa y una distribución complejos se resuelven exitosamente mediante la completa reorganización de los espacios interiores.

Todos estos espacios interiores abiertos a la “joya” del proyecto: el jardín mediterráneo y las 2 piscinas. Una piscina tipo playa de relajación climatizada y otra deportiva. 

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