¿Cómo conjugar identidad, visibilidad con la ambición de un estadio nacional?
El reto estructural de cubrir el gran espacio que requiere un campo de futbol es la respuesta arquitectónica a esta demanda conceptual: Una gran estructura de bóvedas superpuestas inspiradas directamente de la catedral de Sofía, no sólo cubren el espacio del campo, sino que además lo hacen único.
El estadio de fútbol en sí mismo se desarrolla para 40.000 espectadores: dos anfiteatros con un anillo intermedio de zonas VIP y servicios. La gran novedad de la propuesta es que la propia cubierta del estadio se extiende y alberga otros usos como centro comercial, centro de convenciones, entre otros.
Esta estructura se desarrolla en 3 niveles de bóvedas. Luz natural penetra por los ojos que van dejando estas bóvedas. Así mismo el material de las bóvedas va cambiando dependiendo del programa que se desarrolla debajo, desde el dorado de coronación hasta el vidrio de las zonas inferiores.