Es Verger se sitúa en un emplazamiento único, en un entorno natural agreste rodeado de bosque. La raíz conceptual del proyecto se basa en la observación y comprensión de este entorno; se buscó reinterpretar un área de paz y tranquilidad respetando las tradiciones constructivas de la zona.
Previo a la reforma, el interior de la casa respondía a un modo de habitar caduco: pasillos inútiles, ventilación deficiente, espacios comunes completamente cerrados al exterior. El proyecto de reforma busca integrar el contexto y ser partícipe de él, mantener un contacto estrecho con todos los elementos que la rodean.
Por ello, el salón se proyecta como una prolongación del entorno, con grandes ventanales y colores naturales que permiten difuminar los límites entre el interior y el exterior. La cocina conecta el área pública del salón y la terraza principal con la terraza trasera y el bosque, creando así un punto de encuentro entre ambos espacios. Por otro lado, las habitaciones, dos en planta baja y la habitación principal en planta primera, se diseñan también siguiendo la línea de tonos cálidos y con materiales naturales desde las cuales se puede apreciar las vistas a toda la Sierra de Tramuntana.
El diseño aprovecha al máximo la luz y la ventilación naturales. El proceso constructivo continua con las costumbres mallorquinas: se mantienen las fachadas y se recuperan las vigas de madera existentes en el edificio, se colocan persianas mallorquinas y se coloca pavimento de baldosa cerámica propio típico de la arquitectura mallorquina.
Todo el proyecto refleja el estilo de vida mediterráneo al aire libre, donde los espacios interiores, terrazas y balcones maximizan la experiencia llevando la naturaleza a la rutina de sus usuarios.