VILLA L+
Vivienda mediterránea integrada en la pendiente
Una arquitectura sosegada, anclada en la forma y el contexto
Villa L+ es una vivienda unifamiliar ubicada en el barrio de Conde Orgaz, un enclave suburbano en el corazón de Madrid. Concebida para responder a los condicionantes de la parcela y a la tipología del entorno, la casa se desarrolla en forma de L y se apoya sobre el límite noreste del solar, abriéndose al suroeste para maximizar la luz, la privacidad y la superficie ajardinada. Con un volumen superior de hormigón negro que reinterpreta los tejados tradicionales de pizarra, y una planta baja transparente en vidrio y madera, la casa combina ligereza y masa en un equilibrio proyectual que establece un diálogo respetuoso con el contexto.
Tipología
Villa Privada
Emplazamiento
Madrid, ES
Tamaño
1.000 m²
Cliente
Privado
Año
2018
Presupuesto
960.000,00 €
Arquitectura
GRAS Reynés Arquitectos
Equipo
Guillermo Reynés, Álvaro Pérez, Alicia Camino, Iria Gámez, Laura Purlyté, Filip Szafalowic
Arquitecto técnico
Leandro Núñez Fuentes, Enrique Maroto Arroyo
Estructura
Mecanismo
Instalaciones
Úrculo Ingeniería
Infografías
GRAS Reynés Arquitectos
Geometría pensada para aislarse del entorno y abrirse al interior
El proyecto parte de una condición clave: una parcela extensa y plana, pero rodeada por otras viviendas que comprometen la privacidad. Para resolverlo, la casa se despliega siguiendo el perímetro noreste del solar, creando una planta en forma de L que abraza el jardín y se abre a la orientación suroeste. Este gesto no solo maximiza el soleamiento y las vistas, sino que protege frente a las visuales del entorno inmediato. El resultado es una estrategia formal sencilla pero eficaz, que convierte la casa en un filtro entre la intimidad y la apertura.
Un volumen superior rotundo que reinterpreta los tejados tradicionales como umbral de sombra y privacidad
La relación con el contexto se articula a través de una reinterpretación del tejado inclinado característico del barrio. En lugar de aplicar una cubierta convencional de pizarra, el proyecto opta por un volumen superior pesado, de hormigón negro, que evoca los materiales tradicionales y alberga los dormitorios en la primera planta. Este “tejado grueso” no solo conecta con el imaginario del entorno, sino que actúa como gran parasol, dando sombra, privacidad y peso compositivo a la casa.
Una distribución en dos alas que se estructura a partir del patio central
Organizada en dos alas muy definidas, la zona familiar y el pabellón de invitados, la planta baja se organiza en torno a un patio central que actúa como acceso y articulador. Los espacios de cocina, comedor, estudio, dormitorio principal y zona de reunión se conectan en una secuencia fluida, construida con vidrio y madera, abierta visual y funcionalmente al jardín. En el extremo sur, la piscina acompaña la continuidad exterior junto al pabellón de invitados.