Acabada la estructura de Kimpton Mallorca.

06/04/2021

Santa Ponsa Country Club es, como el propio nombre indica, un club social y deportivo situado en Santa Ponsa, Mallorca. Se trata de un referente en la zona, un punto de encuentro de la sociedad local que cerró sus puertas en 2014 para emprender un ambicioso proyecto de reforma.

El proceso se inició con la construcción de un nuevo complejo de tenis, actual sede del torneo ATP Mallorca Championship en 2015. Un nuevo edificio deportivo con 16 pistas de tenis de hierba natural, tierra batida y asfalto. La construcción de esta primera infraestructura permitió el desarrollo de la siguiente fase del proyecto: KIMPTON MALLORCA.

KIMPTON MALLORCA es la culminación de este proceso de renovación y reforma iniciado por el Santa Ponsa Country club en 2014.

Kimpton Hotel & Restaurant Group, LLC es una marca de hoteles y restaurantes con sede en San Francisco, California, propiedad de Intercontinental Hotels Group (IHG). Fundado en 1981 por Bill Kimpton, el grupo era la mayor cadena de hoteles boutique de Estados Unidos en 2011. La finalización de KIMPTON MALLORCA está prevista para 2022.

La visión del proyecto contempla la renovación total del complejo existente deportivo-social y su ampliación con un hotel, creando de esta forma un gran complejo de ocio deportivo, único en su concepción en Mallorca ya que combina: un hotel de nueva construcción de 79 habitaciones, un club social con 3 restaurantes, salas de congresos, espacio multifuncional para eventos, gimnasio, Spa y piscina interior, centro de belleza,  un gran jardín con 2 piscinas exteriores  y un complejo deportivo de tenis de primer nivel.

La parcela del KIMPTON MALLORCA se caracteriza por su gran jardín alrededor del cual se disponen las edificaciones: el cuerpo edificatorio original donde se sitúan las zonas comunes del hotel y programas públicos, así como los espacios del club de socios, y los nuevos cuerpos de habitaciones, que se implantan sobre las antiguas pistas de tenis (las nuevas pistas de tenis se sitúan en el nuevo complejo al otro lado de la calle). Ambos edificios cierran y esconden un gran jardín interior de uso exclusivo de los clientes.

Todo el complejo de KIMPTON MALLORCA se convierte en un "santuario mallorquín"; un conjunto de paisajes y tradiciones de Mallorca reunidos en un complejo único. El antiguo edificio del club de campo es el corazón del proyecto: una antigua possesió, una típica casa señorial de Mallorca. A su alrededor, como elementos acuáticos, el estanque del jardín, una piscina rectangular similar a las utilizadas como almacenes agrícolas en el campo, y la piscina de la playa, una piscina de arena, un trozo de la costa de Mallorca en los jardines.

Los nuevos edificios se conciben alrededor de un patio central, re-interpretando las típicas casas mallorquinas con clastra. Espacios exteriores privados, ocultos, elementos de sorpresa, que amplían los espacios creando zonas exteriores a la vez que ayudan a la ventilación e iluminación de los espacios. Estos nuevos volúmenes se materializan buscando un contraste evidente con las edificaciones existentes. Este contraste resalta la actuación nueva a la vez que acentúa la memoria sobre la edificación antigua.  Los 2 edificios nuevos están conectados con la edificación existente con un túnel bajo rasante y por superficie mediante una pasarela. La materialidad de los nuevos edificios se extiende sobre los nuevos volúmenes que hay que crear en la edificación antigua para colocar la recepción. De esta forma la nueva estética “coloniza” puntualmente la edificación existente.

Las 79 habitaciones se disponen alrededor del patio teniendo de esta forma el pasillo ventilación e iluminación natural, algo muy poco habitual en hoteles.  El concepto de habitación es único ya que todas las habitaciones disponen de una terraza lateral, no frontal como es habitual, creándose de esta forma un espacio exterior recogido por el que se ventila e ilumina el baño. Los baños son todos exteriores, pudiéndose acceder a la terraza a través de la ducha: la ducha interior se convierte en una ducha de verano exterior.  El espacio exterior es tan importante como el interior ya que el clima mediterráneo permite un uso intensivo de las terrazas durante 6 meses.

La conexión de las nuevas edificaciones con las existentes crea una plaza donde se sitúa el acceso al hotel y la recepción. Una gran pérgola vegetal marca la entrada y crea un espacio cubierto de “drop off” por el que se accede al hotel.

El edificio existente donde se sitúa la recepción se rediseña completamente buscando una nueva configuración de espacios abiertos conectados entre sí que vaya resolviendo las distintas partes del programa. El programa y los flujos son complejos ya que se combinan 2 usuarios: el cliente del hotel y el miembro del club de socios.

De esta forma a continuación de la recepción, se suceden los espacios públicos de bares y restaurantes a medida que se avanza hacia la zona del club, el cual mantiene el acceso original.  A partir de dicha recepción del club, se disponen los programas de salas de congreso, la zona de spa y la piscina interior. Para evitar que un cliente del hotel tenga que cruzar todos los restaurantes para acceder a la zona de aguas, desde la recepción del hotel se realiza una conexión directa con la primera planta donde se sitúa el gimnasio y el centro de belleza y desde estos espacios se accede directamente al Spa en la planta inferior.  Un programa y una distribución complejos se resuelven exitosamente mediante la completa reorganización de los espacios interiores.

La sostenibilidad es importante en el proyecto. Las cubiertas de los nuevos edificios están revestidas con paneles solares que proporcionan electricidad al complejo. El agua es un recurso escaso en Mallorca, y debido a eso, las cubiertas del proyecto y las terrazas cuentan con un sistema de recogida del agua de lluvia. El agua se recoge en un depósito de 500 m3 y se reutiliza para el hotel y para el jardín, haciendo que el proyecto sea casi autónomo. Además, las aguas grises, procedentes de las duchas y los lavabos, también se almacenan en un depósito, se depuran y, por tanto, se reciclan y vuelven a introducirse en el sistema para las cisternas de los aseos y para el riego de los jardines, que están diseñados con especies autónomas poco exigentes en materia de agua.

En cuanto a la materialidad, también se han instalado sistemas sostenibles. La fachada está completamente aislada del exterior, sin puentes térmicos. Los paneles SATE utilizados para el aislamiento tienen un grosor de 10 cm. Las fachadas ventiladas también tienen un aislamiento de 8 cm. En las ventanas se ha instalado un vidrio de alta protección y baja emisión. Todo esto, combinado con un sistema de aire acondicionado con intercambio de calor y apoyados con los paneles solares, permiten que el hotel funcione con una demanda energética muy baja.

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