VITRALL
Un río de luz y color que transforma la Plaza Mayor de Palma

Una nueva escenografía urbana que conecta paisaje, historia y futuro
Vitrall es una propuesta que imagina la Plaza Mayor de Palma como un nuevo escenario urbano atravesado por un río de luz y color. El proyecto recupera el trazado natural del antiguo cauce de la Riera y lo transforma en un eje verde contemporáneo que conecta La Rambla con el corazón de la ciudad. A través de una intervención que combina infraestructura, sostenibilidad y memoria colectiva, Vitrall redefine las conexiones peatonales, integra un museo de ciudad, reordena accesos y revitaliza las galerías comerciales subterráneas mediante un gran vitral fotovoltaico. La actuación apuesta por un urbanismo sensible, donde pasado y futuro se encuentran bajo la luz tamizada de un pavimento de vidrio que convierte a la plaza en un nuevo vitral urbano para la Palma del siglo XXI.
Tipología
Concurso de arquitectura
Emplazamiento
Plaza Major, Palma de Mallorca, ES
Tamaño
1.963m²
Cliente
Ayuntamiento de Palma
Año
2025
Arquitectura
GRAS Reynés Arquitectos
Equipo
Guillermo Reynés, Álvaro Pérez, Miguel Servera, Klaudia Sandecka, Marta Vracaric, Naomi Nicolau, Valentina Vega de Seoane, Nikola Skrzyniarz

Viaje al pasado
Cualquier actuación en el entorno de la Plaza Mayor no puede entenderse sin La Rambla y su significado para la ciudad. Esta calle, hoy convertida en un bulevar arbolado, fue en su origen el cauce de la Riera, un torrente urbano que discurría hasta el mar por las actuales calles Unió y Es Born.
Con el tiempo, este cauce se transformó en un eje verde serpenteante que conecta el centro de Palma con el mar, prolongándose más allá de las Avenidas (antiguas murallas de la ciudad) a través de la Falca Verda, hasta los pies de la Serra de Tramuntana.
Río de luz y color
La propuesta pone en valor este eje verde extendiéndolo hasta la misma Plaza Mayor y continuándolo como una nueva Rambla construida: un “río de luz y color”, una arteria de comunicación física, visual y sensorial que prolonga La Rambla bajo la plaza hasta la calle Sindicato.
Un nuevo vitral urbano para la Palma del siglo XXI: Vitrall.

Prolongación de Las Ramblas
Actualmente existe una profunda desconexión entre la calle Unió y La Rambla, rompiendo el histórico eje Ramblas–Unió–Born. Esta fractura se debe a la entrada del aparcamiento de la Plaza Mayor, herencia del desarrollismo de los años 60, que priorizaba el coche sobre el peatón.
La propuesta plantea trasladar los accesos al aparcamiento al extremo sur de La Rambla, liberando su fachada y permitiendo la continuidad peatonal hasta la calle Unió, recuperando el carácter urbano del conjunto.

Río de color, un vitral fotovoltaico
La continuidad urbana se materializa con un nuevo pavimento de vidrio de color, transitable y fotovoltaico. Inspirado en el mercado de flores y el verde del arbolado, este vitral contemporáneo retoma la tradición local del vidrio, actualizándola con tecnología sostenible.
La instalación fotovoltaica no solo genera energía limpia, sino que ilumina el acceso al aparcamiento y acompaña la plantación de árboles adicionales, mejorando la calidad ambiental y la experiencia peatonal.

Reordenación del acceso al aparcamiento
Los accesos rodados al aparcamiento se sitúan en el nivel -1, a través de dos rampas en los extremos sur de La Rambla. Este sistema libera el frente de la Plaza Mayor y permite extender la fachada del Teatre Principal con una nueva edificación que integra la escalinata de acceso y remata visualmente el eje de La Rambla.


Nueva escenografía urbana. Un teatro urbano y museo
La intervención da lugar a un nuevo frente urbano, un remate escenográfico del eje de La Rambla que articula el acceso a la plaza y a las galerías renovadas.
Inspirado en el lenguaje del Teatre Principal, el nuevo edificio adopta en planta baja un pórtico con arcadas y en niveles superiores un ritmo de pilastras, todo construido con piedra caliza mallorquina en diferentes texturas.
En su planta baja, se propone el nuevo Museo de la Ciudad con una fachada abierta a la calle, invitando a la visita y convirtiéndose en el cierre simbólico del eje de La Rambla.

Conectividad y accesibilidad
Este edificio no solo remata La Rambla y acoge el museo, sino que también articula las conexiones verticales con escaleras mecánicas y tradicionales que enlazan la plaza, las galerías y la cuesta del teatro.
Las escaleras se conciben como grietas por donde penetra el “río de color”, hilo conductor del proyecto. El edificio también alberga espacios de restauración con terrazas y vistas a La Rambla, ventilación cruzada e iluminación natural.
Un ascensor con acceso desde la calle Unió conecta todos los niveles, facilitando el tránsito directo hacia la Plaza Mayor.


Galerías de luz y color
La transformación integral de las galerías subterráneas recupera un espacio hoy obsoleto, legado de los años 60. Frente a la decadencia del modelo comercial tradicional, se propone reducir su superficie y destinar solo las áreas con mejor conexión urbana a usos comerciales.
Se propone un mercado de alimentación vinculado a la cuesta del teatro y un supermercado integrado en el espacio interior. El resto de las galerías se convierte en un gran espacio para la creación artística.
Este espacio interior se ilumina cenitalmente por el vitral superior, un gran rosetón horizontal de vidrio que transforma el lugar en una “catedral” del siglo XXI: un espacio multifuncional, vibrante, sin necesidad de alterar la fisonomía de la plaza.

Túnel del tren
El proyecto contempla la puesta en valor del antiguo túnel ferroviario, patrimonio subterráneo de Palma, junto con los refugios de la Guerra Civil.
Se propone dignificar su acceso, preservando su carácter arqueológico, e integrarlo en la narrativa del conjunto mediante un tratamiento de pavimento que marque su trazado en superficie y la inclusión de un espacio de memoria.


Plaza Mayor
Las plazas mayores son salones urbanos del Mediterráneo, espacios flexibles de encuentro que deben mantenerse libres y abiertos. La propuesta no altera su fisonomía; al contrario, potencia su carácter mediante una nueva conexión transversal y la incorporación puntual de arbolado.
El único elemento que introduce una nueva dimensión visual y sensorial es el gran vitral fotovoltaico, que en la Plaza Mayor alcanza su máxima expresión: genera energía, ilumina las galerías y permite una instalación artística nocturna que proyecta luz desde el subsuelo.
La memoria de la plaza permanece intacta. Se conserva como un vacío urbano esencial: un espacio latente, listo para el futuro.
