Kasbah Tamadot
Patrimonio arquitectónico marroquí mezclado con elegancia atemporal en las montañas del Atlas
La evolución de una kasbah histórica en un ícono del turismo de Marruecos
Kasbah Tamadot es mucho más que un hotel; es una institución en Asni, un pueblo situado en las montañas del Atlas, a 30 millas al sur de Marrakech. Este enclave es la joya marroquí de Virgin Limited Edition, una galardonada colección de alojamientos exclusivos seleccionados por sus ubicaciones excepcionales y entornos privilegiados.
Tipología
Reforma y ampliación de hotel
Ubicación
Asni, MA
Tamaño
m²
Habitaciones
Cliente
Virgin Limited Edition
Año
2024
Presupuesto
0.000.000,00 €
Arquitectura
GRAS Reynés Arquitectos
Equipo
Guillermo Reynés, Marco García, Pauline de Vathaire, Iñigo Astray, Camille Isaac-Dognin,
Project Manager
HPM – Horizon Project Management
Estructura
B.E.E.G.
MEP
Genivo
Paisajísmo
Maroco Paysages
Interiorismo
Emma Savin
Construcción
IND AOUZAL – Construction et Rénovation
Reders
GRAS Reynés Arquitectos
Fotografía
VIRGIN LE
Ubicada en un entorno privilegiado dentro de las montañas del Atlas, con vistas a un valle al pie del Toubkal, la montaña más alta de la cordillera, Kasbah Tamadot es una kasbah histórica reconvertida en hotel. Las kasbahs originales son estructuras urbanas contenidas, complejos multifamiliares organizados en torno a patios, calles internas y terrazas. Kasbah Tamadot se erige como un testimonio vivo del rico patrimonio arquitectónico que Marruecos comparte con el mundo, integrando historia, cultura y diseño en un marco incomparable.
El carácter único de Kasbah Tamadot
La arquitectura de la kasbah otorga al hotel un carácter único: en lugar de las configuraciones convencionales de pasillos lineales con habitaciones a ambos lados, los espacios se articulan en torno a los elementos originales del edificio, como patios, corredores y callejones. Cada habitación es distinta, reflejando la geometría de “caos organizado” que caracteriza a una kasbah. El diseño inicial del hotel giró en torno a la kasbah original, un edificio del siglo XIX que perteneció a un coleccionista de arte antes de ser adquirido por Virgin Group. Este legado artístico, presente tanto en la arquitectura como en los elementos decorativos, impregna cada rincón del hotel.
El resultado es un hotel ecléctico que combina la esencia arquitectónica de la kasbah con una decoración enriquecida por una colección de arte. Esta fusión crea un alojamiento único, donde cada habitación difiere no solo en su disposición espacial, sino también en su diseño interior y paleta cromática. Las opciones de alojamiento incluyen amplias suites con salón, dúplex, habitaciones con terrazas, piscinas privadas, áticos y habitaciones en torres. La kasbah original también alberga una piscina cubierta, un spa y un restaurante.
Un proyecto que fusiona modernidad y tradición arquitectónicas
El hotel se amplió por primera vez con una piscina exterior y un jardín, seguidos por una segunda fase que incorporó siete tiendas bereberes con vistas al valle, diversificando así la oferta más allá de las habitaciones originales.
El éxito del hotel y la disponibilidad de un terreno adyacente propiciaron una nueva ampliación, para la cual GRAS Reynés Arquitectos fue seleccionado como responsable del diseño.
¿Cómo se amplía una joya arquitectónica como ésta?
¿Cómo puede algo nuevo y contemporáneo armonizar con la esencia original de la kasbah?
El complejo ya había incorporado tiendas bereberes como extensión, por lo que la respuesta fue añadir otra tipología local que aún no estaba representada: los riads de Tamadot.
Nuevos riads inspirados en la tradición y el entorno
Los riads, una tipología arquitectónica árabe, se caracterizan por aislarse completamente del exterior, creando una experiencia interna y privada en torno a un patio central lleno de vida, agua y vegetación. Este concepto, profundamente enraizado en la tradición social local, es visible en las calles estrechas de la medina de Marrakech, donde las casas apenas muestran ventanas al exterior, y toda la actividad privada queda oculta tras altos muros.
Para la ampliación de Kasbah Tamadot, GRAS diseñó seis nuevos riads, cada uno con tres dormitorios, sumando así 18 habitaciones adicionales al hotel. Estos edificios se ubican en un terreno al oeste de la kasbah, con orientación estratégica para maximizar las vistas a las montañas y el valle. Su disposición en arco natural aprovecha el paisaje, alejándose de las construcciones y caminos existentes, y centrándose en el entorno natural. Esta implantación define de forma orgánica el plan maestro, con jardines que rodean los riads.
Cada riad incluye tres habitaciones. Desde la puerta de entrada, los huéspedes acceden a dos patios: el primero, ajardinado, organiza la circulación hacia dos habitaciones situadas en sus extremos. El segundo patio, entre las habitaciones, incluye un elemento de agua. La vegetación y el agua reciben a los huéspedes antes de acceder a las habitaciones. Desde esta área también se accede a la azotea, que puede albergar una tienda adicional, funcionando como una habitación extra, o bien como terraza privada de una de las habitaciones.
Las dos habitaciones principales varían en tamaño: una es una suite doble con terraza frontal y jardín, mientras que la otra es una junior suite con salón independiente y piscina privada. Ambas cuentan con vistas inigualables al valle y las montañas.
El diseño de los riads se inspira no solo en la tipología local, sino también en la rica tradición de decoraciones geométricas árabes, trabajos de mampostería y celosías como las “mashrabiyas”. Estos elementos se integran con materiales locales como baldosas de terracota, azulejos zellige, piedras naturales del valle, muros de tadelakt, forja tradicional y mobiliario de madera maciza, en su mayoría producidos artesanalmente.
Las azoteas también ofrecen una oportunidad única: tiendas que transforman las terrazas en habitaciones adicionales y áreas de estar, proporcionando una experiencia diferente a la de las habitaciones estándar de los riads.
Estrategias ecológicas y compromiso social
El hotel opera con una huella de carbono neutra. La climatización se realiza mediante bombas de calor de última generación con recuperación de energía, complementadas por 50 kW de paneles solares instalados en el edificio de servicios. La gestión hídrica también es prioritaria: el agua de riego proviene de un sistema de depuración que trata el 100% de las aguas residuales para su reutilización en los jardines.
Estas estrategias de sostenibilidad se complementan con sistemas pasivos en las fachadas, cubiertas y ventanas, empleando aislamiento térmico y carpinterías certificadas bajo el estándar Passivhaus.
La sostenibilidad social es también un eje fundamental del diseño. El hotel colabora estrechamente con las comunidades locales: el 100% del personal procede del valle, con igualdad de oportunidades para todos los géneros y edades. Además, el hotel fomenta el desarrollo comunitario facilitando acceso a la educación, la sanidad y apoyando a colectivos vulnerables a través de la Fundación Eve Branson.