• UBICACIÓN: Mallorca, España
• CLIENTE: Privado
• PROGRAMA:  Residencia privada
• TAMAÑO: 950m2
• ESTADO: Terminado
• ARQUITECTURA: Guillermo Reynés, Álvaro Pérez
• FOTÓGRAFO: José Hevia

La demanda del cliente solicitaba la adhesión de más zonas a la vivienda actual: una sala de juegos, varias habitaciones, una piscina cubierta y la reorganización de la vivienda existente.

 Tras mucha investigación y análisis se desechó la idea de intervenir en las fachadas de la casa antigua y se optó por ampliar el edificio existente mediante un ejercicio de CONTRASTE EXTREMO, enfatizando el lenguaje contemporáneo de los nuevos volúmenes maximizando esta diferencia.

El resultado es una serie de “cajas de acero” que rodean y abrazan la casa antigua, generando una combinación única y vanguardista. El edificio original se dejó en el mismo estado, fachadas de color blanco con cubiertas inclinadas de teja árabe y carpinterías de madera, y en contraposición, la ampliación se realizó en acero corten, un material “vivo” que va cambiando con el paso de los años.

Dicha combinación resalta ambas arquitecturas: por un lado, la antigua, de estilo clásico y escaso valor, y los volúmenes, de estilo abstracto y robusto. El resultado genera situaciones interesantes y nuevos programas para la vivienda.

La secuencia de entrada se realiza con la intervención: un nuevo porche que recoge la llegada. Dentro, el volumen que alberga el nuevo baño de la habitación principal vuela sobre el jardín creando una nueva zona cubierta en el exterior además de ofrecer espectaculares vistas a la bahía de Palma. En los extremos, tanto el nuevo dormitorio, como la sala de juegos sobresalen del volumen principal estirando la casa y aprovechando las vistas. Por último, la zona de relax en una cota inferior contra el terreno.

El emplazamiento de la vivienda se sitúa dentro del pinar, con una fuerte pendiente hacia el sur y amplias vistas a la bahía. Este último volumen, alberga una piscina de unos 20 m de largo, un gimnasio y una pequeña zona de Spa, y se ha colocado semienterrado delante de la casa, lo cual permite aprovechar la cubierta al máximo, extendiendo el jardín. Dentro, una gran cristalera al sur maximiza las vistas y su relación con el entorno, convirtiéndolo en un espacio semiexterior. El revestimiento interior realizado con madera de IPE tanto en el suelo como en el techo, y las piscinas aplacadas en mármol blanco, hacen de esta zona un espacio acogedor y luminoso.